La historia del pan se remonta a más de 30.000 años atrás, cuando los humanos aprendieron a cultivar granos y a molerlos para hacer harina. Se cree que la primera forma de pan se hizo mezclando harina y agua y cocinándolo sobre piedras calientes.
Con el tiempo, la elaboración del pan se fue perfeccionando y evolucionando, y se convirtió en un alimento básico en muchas culturas y regiones del mundo. En Egipto, por ejemplo, el pan era un alimento tan valorado que se le consideraba sagrado.
En la Edad Media, la panadería se convirtió en un oficio especializado y los panaderos empezaron a elaborar panes con diferentes ingredientes y formas. También se desarrollaron diferentes técnicas para mejorar la calidad y la textura del pan, como la adición de levadura y la fermentación.
Con el tiempo, la industria panadera se expandió y se popularizaron diferentes tipos de pan, desde el pan de molde hasta los panes especiales como el pan sin gluten o el pan integral. Hoy en día, el pan sigue siendo un alimento esencial en la dieta de muchas personas en todo el mundo.